miércoles, 26 de noviembre de 2014

CUENTO PARA PAPÁS CASTOR

Caperucita Roja (tal como se lo contaron a Jorge)



Papá le cuenta a Jorge la historia de Caperucita Roja en una versión muy correcta. Sin embargo, la imaginación de Jorge convierte a esa Caperucita en otra muy diferente… ¡y muy divertida! 

Autor: Luis María Pescetti

Ilustraciones de O’Kif. 
Buenos Aires, Editorial Alfaguara, 1996. 
Colección Infantil, Serie Naranja. 
También editado por Alfaguara en Venezuela, Colombia, México, Perú, Bolivia, Estados Unidos y España.

puedes consultarlo en: http://issuu.com/carloschi/docs/caperucita_roja__tal_como_se_lo_con

Seguramente alguna vez leíste o te leyeron “Caperucita Roja” cuando eras niño, o por lo menos tienes una idea general sobre la historia de la pequeña niña que salió un día a llevarle un encargo a su abuelita y en el camino se encontró con el Lobo Feroz. “Caperucita Roja” es uno de los cuentos más populares en todo el mundo; sin embargo –y precisamente por su popularidad– es uno de los que tienen más variantes en su historia, desde qué era lo que le llevaba Caperucita a su abuelita, hasta si el lobo se comió o no a la dulce viejecita. La primera versión de la Caperucita se le adjudica a Charles Perrault y una siguiente versión extendida –quizá la más de todas– a los Hermanos Grimm. De niño leí y me contaron muchas versiones sobre este cuento, curiosamente ninguna de ellas fue la de Perrault o la de los Hermanos Grimm, aunque la influencia de los hermanos había hecho estragos efectivamente en la historia, incluso en aquellas que han sido parte de proyectos educativos que buscan moralizar a los niños durante la educación primaria, endulzando la historia hasta la inverosimilitud y la cursilería.

Caperucita Roja (tal como se lo contaron a Jorge) es sin dudas un ejemplo claro de que las historias persisten a través del tiempo pero, más importante, de que éstas son diferentes cada vez que alguien las lee. Divertido, sencillo, moderno y con imágenes que narran –y no sólo acompañan– es un libro que todos los que leímos “Caperucita Roja” o algún otro clásico infantil deberíamos tener en mente, y quienes buscamos ser guías para acercar a los pequeños a la lectura deberíamos también tener en cuenta el modo en que les contamos las historias, pues de esto depende también cómo las imaginarán nuestros oyentes.

Recopilación 
por Lekes Castor

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